Desde que somos pequeños nuestro entorno familiar primero y después el colegio y la sociedad nos inculcan una serie de mandatos que ejercen un control sobre nosotros y de nuestras respuestas se deducirá si somos "buenas personas" o " la oveja negra" sin términos medios; blanco, negro; bueno, malo.
Ser "buena persona" parece que tiene ganancias secundarias como caer bien, no meterte en líos, llevar una vida estable y cómoda.
Hacen la vida fácil, aparentemente dicen lo que quieres oír ,esto me hizo plantearme si incluye ser honesto o es sólo un papel aprendido que da muy buenos resultados y pocos problemas.
La honestidad es una cualidad de las personas que consiste en expresarse y comportarse de forma coherente y sincera, respetando los valores de la justicia y la verdad. Es el pilar de las relaciones porque aporta confianza, amor, sinceridad y confianza.
Partiendo de que no somos buenos ni malos, simplemente tenemos comportamientos más o menos acertados resulta muy interesante trabajar estos valores: Honestidad, coherencia, respeto, confianza, seguridad… ahora no como una forma de control, si no para convertirnos día a día en nuestra mejor versión