Ventanas al sol
Ana Cristina Pastrana
Todos los caminos son cartas que no jugamos,
y los juegos que perdimos, miedos que ocultamos.
Todas las palabras calladas son delfines varados,
y las varas con que medimos, la medida que nos damos.
Todos los deseos que enterramos son arpones
que nos hacen sentirnos ladrones y no pájaros.
Todo lo que vale la pena, a duras penas lo embarcamos,
y lo echamos de menos, cuando se va en otros barcos.
Todo lo que fuimos y aquello a lo que no llegamos,
nos asalta en el espejo, cuando solo nos miramos.
Todo lo que perdimos y lo perdidos que estamos
nos hace sentirnos lejos de lo que siempre amamos.
Todos los hombres son niños que se refugian en su infancia,
y todas las patrias y banderas son infancias sin nombre.