Todo lo que das, te vuelve
Inma
Todo lo que das te vuelve, puse este título a mí sección convencida de que es así. Hoy os traigo una historia en tiempos de coronavirus que me parece preciosa.
Estoy llevando esta situación con la mayor dignidad posible, tratando de ser ejemplo y transmitir buena energía. El otro día hablando con mi vecina por el patio me decía que tiene miedo, que son mayores, y que sí les pasa algo "no les van a elegir ", en las lágrimas de sus ojos vi las lágrimas de todos nuestros mayores, los que nos trajeron hasta aquí con tanto esfuerzo y cariño, ya sé que algún día se irán, pero no con miedo, no ahora, no de esta manera.
El día que se vayan que sea de nuestra mano, teniendo muy claro lo que les queremos, lo orgullosos que estamos de ellos, lo felices que nos hicieron regalándonos su tiempo.
En otro momento hubiera salido corriendo por el pasillo, hubiera abierto la puerta, llamado a su timbre y le ha hubiera dado un abrazo, pero ahora sólo puedo quedarme en casa para cuidarla, con un nudo en el estómago.
Y claro... los nudos duelen, se aflojan con lágrimas y deshacen moviéndose, para que no se aprieten más... así que me senté, cogí un folio, les escribí unas palabras de ánimo, adjunté uno de mis textos pachangueros, recorrí el pasillo sin correr porque no tenía ganas, abrí la puerta, y metí el folio por debajo de su puerta.
Al día siguiente tenía de vuelta otro folio con las palabras más bonitas que nadie me dedicó, con esa letra cuidada de nuestros mayores, con ese amor incondicional impreso en él, lloré, lloré mucho más pero ya no había nudo, sólo un compromiso inquebrantable de no fallarles y un infinito agradecimiento porque todo lo que das te vuelve.